🇪🇨 Ecuador en protesta: cuando el país se mira a sí mismo
- Jheovany Mejia
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura
EUREKNOW | Consumer & Pubblic Afairs
Ya casi un mes. Un mes de protestas, bloqueos, comunicados, cansancio. Pero también un mes de miradas, de conversaciones, de silencios.
Y en medio de todo… nosotros: los que no somos gobierno, los que no somos líderes, los que simplemente somos pueblo. Ese 99,9% que trabaja, que espera, que siente, que trata de entender.
Entre el ruido y el alma del país.

Ecuador se ha vuelto más lento, más tenso. Los mercados abren a medias, los buses se retrasan, las calles cambian de sentido. Pero detrás del caos cotidiano hay algo más profundo: una sensación de que el país se mira en el espejo, y no termina de reconocerse.
No sabemos si aplaudir o reclamar, si avanzar o detenernos. Solo sabemos que algo dentro se mueve —como si el alma colectiva se removiera buscando sentido.
Nadie tiene toda la razón, y todos la tienen un poco.
Los que protestan lo hacen porque sienten que ya no se los escucha. Los que observan desde lejos lo hacen porque temen perder lo poco que tienen. Los que gobiernan, los que juzgan, los que informan… todos parecen hablar idiomas distintos. Pero el sentimiento es uno solo: cansancio, incertidumbre, necesidad.
Porque al final, nadie protesta por placer. Y nadie quiere vivir con miedo. En el fondo, todos anhelamos lo mismo: dignidad, estabilidad, respeto.
El país de los que siguen
Mientras unos marchan, otros atienden tiendas, reparten pan, hacen filas, cuidan enfermos, trabajan en silencio. Ese Ecuador invisible sostiene al otro Ecuador que se manifiesta. Y ambos son verdaderos. Ambos son necesarios.
No hay héroes ni villanos. Solo ecuatorianos haciendo lo posible para no perder la esperanza.
Lo que se siente
Se siente el peso de los días largos. El miedo al desabastecimiento. La emoción al ver un gesto solidario. El orgullo de ver a alguien marchar con convicción. La tristeza de ver a otro rendirse. Somos un país que llora y se levanta en la misma jornada.
Tal vez este sea el mensaje
Quizás estas protestas no sean solo políticas. Quizás sean el eco de algo más profundo: un país que pide escucharse, una sociedad que intenta entenderse.
Porque cuando todo se detiene, recordamos lo esencial: que Ecuador no es el gobierno, ni el líder, ni el medio. Ecuador somos nosotros. Los que seguimos, los que resistimos, los que creemos.
Ser ecuatoriano hoy es sostener la esperanza en medio del ruido. Es aprender que el otro también tiene su verdad. Es entender que el país somos todos.
Por EUREKNOW | Consumer & Public Affairs
Porque entender lo que siente un país también es parte de entender cómo decide.
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