Muchas gracias por visitar este espacio. En esta ocasión compartimos con ustedes un análisis que refleja, qué tan intenso es ese deseo del ciudadano por votar por cada uno de los candidatos que Eureknow midió en su última encuesta. Pero antes, ponemos a su consideración unos detalles técnicos.
Primero.- Como lo hemos dicho ya en anteriores estregas, el modelo que usa Eureknow para estimar la intención de voto, inicia midiendo la probabilidad que el ciudadano tiene de votar por cada candidato.
Tal y como se muestra en la gráfica anterior, de esta manera podemos estimar la "intensidad del deseo" de votar por un candidato X o Y. Luego mediante modelos matemáticos un tanto complejos (pero nada que provoque derrame cerebral) se transforman esas "intensidades" en intenciones estimadas de voto. Este modelo lo hemos aplicado en varias elecciones pasadas con excelentes resultados (por ejemplo las que se muestran en el siguiente link https://www.eureknow.com/public-affairs).
Indecisos.- Son aquellos que, teniendo varias opciones, no se deciden por una en particular pues tienen dos o más que les atraen y no existe una que llene el 100% de sus expectativas. En este caso, lo que se hace es medir cuánto le atraen cada una de las opciones y encontrar aquella que destaque de entre las demás, por ejemplo, un ciudadano puede encontrarse un 70% atraído por la opción A, un 55% atraído por la opción B y un 35% atraído por la opción C. Evidentemente, la opción A es la que más le atrae (aunque no al 100%). El objetivo es discriminar y determinar cuál es la opción que más le atrae. Importante mencionar, que dentro de las opciones a elegir puede estar "ninguna" sobre la cual igualmente se puede medir la intensidad de una elección como esta.
Voto duro.- Lo definimos como aquellos individuos que tienen alta probabilidad de elegir una opción en particular y baja probabilidad de elegir otra, en este caso lo que se mide, para poder discriminar si en realidad es un voto duro, es que la intensidad del deseo de votar por una opción en particular es significativamente más alta que las otras, lo que nos dirá lo difícil que sería que el individuo cambie de decisión.
Voto blando.- Lo definimos como aquellos individuos que si bien tienen una opción como la más probable también tienen otras opciones con alta probabilidad (aunque no tanto como la primera) de ser elegidas, digamos que aman a dos al mismo tiempo solo que existe una a la que es más probable que le entreguen su corazón. Bueno, poniéndonos un poco más serios, para estos individuos podemos calcular una medida que nos da la probabilidad de que estas personas puedan cambiar de decisión en el tiempo (o sea pueden dejar a la que creían que amaban más y cambiarla por otra). En otras palabras, los individuos con voto blando son más fácilmente persuasibles. Y además podemos estimar cuál es la otra opción más probable a la que se pueden cambiar.
Análisis de voto duro vs voto blando.
Al realizar el análisis sobre la última encuesta realizada por Eureknow observamos (por favor mire el gráfico presentado en seguida a este párrafo) que Guillermo Lasso lidera la intención de voto con un 23,1% de estos la gran mayoría (el 18%) son votos duros y el resto (5,1%) son blandos. En otras palabras, Lasso podría perder hasta un 22% de su actual intención de voto a favor de otro candidato, lectura similar se puede hacer para los otros candidatos medidos. Es interesante observar que prácticamente el 90% de la intención de voto de Arauz es votación dura y solo un 10% es persuasible. Otro dato muy interesante es el de los candidatos agrupados como "otros candidatos" que llegan a un 10,7% de intención de voto estimada, observe que esa intención de voto es en su mayoría blanda, lo que quiere decir que son persuasibles para ser capitalizados por otro candidato. La pregunta clave aquí es ¿a dónde es más probable que se vayan los votos blandos de cada una de las opciones?.
Para responder a la pregunta antes planteada, es necesario estimar cual es la probabilidad de voto de los blandos sobre todas las opciones, así podemos determinar a dónde es más probable que se vayan, obviamente si existe una comunicación o motivos que los persuadan a dar ese paso.
Al mirar el gráfico que antecede a este párrafo, en cada fila de la tabla tenemos la probabilidad promedio de voto tanto para blandos como para duros de cada candidato. Por ejemplo, La intención de voto de Guillermo Lasso es de 23,1%, de estos 5,1% son voto blando (primera columna) y 18,0% son voto duro (segunda columna), ahora fíjese en las filas, la probabilidad de votar por Lasso, de sus blandos es 78% (marcada en amarillo, primera columna y primera fila), pero es esa misma columna más abajo marcada en verde, está la casilla que muestra la probabilidad que tienen los blandos de Lasso de votar por Montufar, que es de 71%. Por eso son blandos y sería relativamente más fácil que se cambien a votar por Montufar.
La misma lectura se puede hacer con los otros candidatos y determinar cuál sería la mejor opción a la que los "votantes blandos" se podrían cambiar.
Todos estos movimientos de votos, pueden ser monitoreados en el tiempo a lo largo de la campaña y medir quién se está llevando los votos blandos de cada candidato.
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